Querida abuela Hawa:
Papá, Mamá y Mamadou estamos bien. Sólo que no los veo
mucho, porque tienen que trabajar todo el día, y a veces toda la noche. Estoy con
la señora Traore, una señora de Tombuctú que vive con nosotros y otras dos
familias de Kona y Mopti. El señor Sissoko es muy grande y me asusta, porque a
veces sus gritos me despiertan por la noche.
Aquí somos igual de pobres que en Bamako, pero allí todo el
mundo lo era, y aquí no. Algunos días no tenemos nada para comer, y en el cole
me dan trozos de bocadillo que les guardo a papá, mamá y Mamadou para que no se
vayan a la cama sin cenar. Pero mis amigas y yo nos tenemos que esconder, porque
la mamá de Lucía se enteró y la castigó, porque dice que la comida es para ella
y no para mí.
Mamadou habla un poco de español, y yo también, pero papá y
mamá sólo lo entienden un poco. Algunos días tienen que ir a “hacer papeles” y
yo les ayudo lo que puedo, pero es muy difícil. No entiendo por qué hay que
pasar tanto tiempo con esos papeles, si no se comen. Debe ser muy importante,
porque si no, nos obligarán a volver a Bamako.
Hace varios días que Mamadou no va al cole, porque se va con
papá y mamá a buscar trabajo. Dice que ya no volverá al cole, porque quiere ser
futbolista, ganar mucho dinero y cuando sea mayor le dará a los chicos del cole
una patada en los c… (una palabra muy fea). Está cansado de que los niños lo
llamen ‘negro’ y le digan que la ropa que nos dieron en la parroquia huele mal.
Mi amiga Amina, de Ouargla, va algunos días al comedor del
cole, pero muchos días se va sin comer nada, porque le ponen comida que no es
halal. Sus papás fueron a hablar con el director, muy tristes. No sé si habrán
conseguido algo, porque Amina me dijo esta tarde que tampoco había comido nada,
y que tenía hambre. Menos mal que Adrián me dio su manzana, y la compartí con
Amina.
Hoy me dolía la tripa y la señora Traore me llevó al médico.
La señora de blanco me preguntó cosas y yo le contesté que me había comido
media manzana, igual que Amina. A la señora Traore le dijo que no me pasaba
nada, que sólo era hambre. Después de mucho rato, nos fuimos a casa con el
mismo dolor de tripa que salí, sin medicinas, y con la señora Traore llorando y
gritando.
Mañana no voy al cole. Mi amiga Lucía ha ayudado a mamá a
escribir una nota diciendo que tengo dolor de tripa, pero yo sé que no es
verdad. Mañana mi clase se va de excursión y papá y mamá no tienen dinero para
que yo vaya. Les da mucha vergüenza reconocer que no pueden darme los mismos
cuadernos, ropa, libros y excursiones que a mis amigos.
¿Sabes qué, abuela? En verano me han dicho que la tía
Fatoumata me va a llevar a Bamako a no sé qué ceremonia, porque dicen que ya
casi soy mujer, y habrá una fiesta con mucha comida. Tengo muchas ganas de ir y
darte un beso muy grande, muy grande.
Tu nieta, Sira